marzo 1857, las obreras textiles de la empresa Cotton Textil Factory, de Nueva York, (EE.UU.) reclaman por sus derechos: reducción de la jornada laboral de 16 a 10 horas, mejoras de salarios, mejorías en el ambiente laboral, por lo que se declaran en huelga. Las obreras protestan en las calles y son empujadas dentro de la fábrica por la represión policial. Una vez dentro los patrones deciden cerrar con candados las puertas e incediar la fábrica con las obreras dentro. Alrededor de 150 mujeres son asesinadas por las llamas de la patronal. A ellas y a todas las mujeres que luchan por un futuro mas justo nuestro homenaje.
La patronal quemó sus cuerpos creyendo hacer cenizas su grito.
Esas mujeres, obreras, madres,
se multiplicaron,
se sembraron en otras conciencias,
en otras mujeres que comenzaron a buscarse,
a entrelazarse,
a quemar el andamiaje opresor,
a ampliar derechos,
a conquistar libertad.
Avanzan las mujeres paridas de la tierramadre,
florecen en overoles, en libros, en aulas,
en pañuelos blancos y rondas de jueves,
en la olla diaria,
en ir por más, por lo que falta,
besando al mundo con la ternura de la libertad.
A.M.U.P. (agrupación militantes por la unidad popular)
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